martes, 21 de julio de 2009

Sabias enseñanzas


Estoy profundamente agradecido al momento en el que comencé a interesarme por el Budismo/Zen y empecé a practicarlo en mi vida diaria. No recuerdo como ni por qué tuve la primera toma de contacto, pero es posible que sin todo lo que me ha enseñado estos años, mi vida sería completamente diferente.

"... Hipoteca, final de mes, día 15 sin cobrar y ya nos deben tres pagas, este año sin vacaciones, hipoteca, hipoteca, hipoteca..." Con una crisis de por medio y con una inestabilidad laboral incierta es tremendamente complicado poder sonreirle a la vida. Cuando escucho a mis compañeros de trabajo desbordados con sus problemas, muchos de ellos con bajas por depresión, ansiedad, ataques de pánico, me siento feliz de haberme cruzado con el Dharma en mi camino.

Cada cual intenta enfrentarse a la vida como puede o como le han enseñado, cada uno tiene sus problemas y yo por supuesto también tengo los míos. Sin cobrar, mi mujer de baja, mi saco de ahorros casi vacío, los gastos normales de cualquier pareja, y a todo esto se suma que en Septiembre mi mujer y yo seremos papás (con todo el desembolso que esto conlleva tanto ahora como después).

Cada cual tiene sus problemas y los lleva como ha aprendido. El Dharma me ha hablado sobre la impermanencia de las cosas. Todo lo que hay en este mundo es pasajero, absolutamente nada de lo que existe va a durar siempre... ni siquiera los malos momentos.

Me ha mostrado que el presente es lo único que existe, ni pasado ni futuro son reales, por tanto no hay que recrearse en ellos. La mente vive constantemente en "el ayer" y en "el mañana", rara vez se posa en "el ahora", por eso no vivimos en el mundo real y todo es una ilusión con efectos directos en nuestro cuerpo y en nuestra salud.
En el momento presente no existe sufrimiento... ¿estoy bien ahora?, ¿puedo respirar?, ¿tengo algún dolor?, ¿he comido?... pues eso es lo real, el resto no existe.

Me ha enseñado la Ley del Karma (causa-efecto). Somos el resultado de lo que fuimos y seremos el resultado de lo que somos. Nuestro pensamiento desencadena siempre un efecto positivo o negativo dependiendo de lo que pensemos. Si cultivamos pensamientos positivos seremos mucho más felices y obtendremos una mejor calidad de vida. La ley del karma hará su trabajo.

Me siento feliz de ir día a día conociendo el dharma, practicándolo en cada paso que doy y observando como todo mi mundo va asentándose poco a poco. Estoy contento porque voy superando los problemas que la vida va poniendo en mi camino.


"Pocos son entre los hombres los que llegan al otro lado de la orilla; la mayor parte corre de arriba a abajo en las playas de la ignorancia."

Buda


lunes, 6 de julio de 2009

Sendero de espinas


E.R.E.... tres letras malditas...


y cuanta incertidumbre
...


Como sobrevivir?.... cerrar los ojos y sentir, sentir, sentir... ahora, ahora, ahora...

Si estoy aquí conmigo... todo irá bien!


E.R.E (Expediente de Regulación de Empleo)